Ya es de todos los que me conocen sabido que tengo una especial debilidad por el Project Life, llevo desde Octubre enfrascada en este proyecto de vida documentando semana a semana la vida de mi familia, y a pesar de todo lo que hemos vivido estos meses sigo llevandolo al día. Y es que se ha convertido en algo vital para mí, pues es la herencia que estoy dejando a mis hijos y por eso, y no nos vamos a engañar porque me gusta más hacerlo que pasarme el día limpiando o planchando, sigo adelante con mis semanas.
Cuando mi hermana me dijo que se casaba, yo sabía que la iba a hacer un libro de firmas para ese día. En aquel momento no tenía nada claro como hacerlo, pero quería que fuera algo super original, en el que incluir fotos y que no fuera muy complicado de gestionar el día de la boda, pues bajo su petición ella me dijo que me concentrara en disfrutar del día en vez de pasarmelo agobiada con el libro.
Y así, así, un día haciendo mi Project Life me vino a la cabeza la idea de utilizar este formato para el libro. Dicho y hecho, maquinando, maquinando, con ayuda de mi amiga Sonia, que la he tenido mareada estos últimos tiempos y con un montón de buena disposición por parte de todos los invitados he conseguido hacer un libro en el que todo el mundo ha dejado sus palabras y con fotos de cada invitado, y además disfrutando de la comida, se puede pedir más?
Elegí un clasificador blanco y dorado y el kit de Hedid Swapp Dreamy, y manos a la obra. El primer paso, elegir el tipo de fundas, yo escogí las de modelo F, con un bolsillo grande en el que va la foto y nueve pequeños en los que incluir las tarjetas firmadas. A continuación maquetamos previamente Sonia y yo (gracias Sonia por toda tu ayuda, aunque ya te lo he dicho, pero te lo redigo) y después preparé unos sobrecitos en los que metí las tarjetas de cada página que correspondían a cada una de las mesas. El día de la boda distribuímos los sobres por las mesas y fuimos explicando a los invitados que podían firmar las tarjetas y que luego yo montaría en el libro de firmas. Antes de que empezara la comida, y con las mesas limpias y la gente sentadita, pasé una por una e hice las fotos, utilicé una tarjeta SD únicamente para ello y así tenerlas listas para imprimirlas al día siguiente en la canon Selphy a la hora de montar el libro. Y cuál fue mi sorpresa que antes de que acabara la comida ya todo el mundo me había firmado y me fueron devolviendo los sobrecitos.
Al día siguiente, antes de ir a la comida que teníamos de continuación de la boda, imprimí las fotos de las mesas y recoloqué las tarjetas (que previamente había numerado para ir mas rápido).
Para la primera página, les hice una foto a los novios y les preparé un LO con su propia invitación que corté en trocitos. Llevé todo preparado y maquetado, incluído el fondo trabajado con tintas, así solo tuve que pegar los elementos y decoraciones y listo!
Y les entregué por fin el libro de firmas, yo estaba super contenta con el resultado y creo que a ellos también les gustó, y eso que aún no han visto los detalles que les hice a posteriori y que os enseñaré más adelante pues los interesados están disfrutando de su viaje y tienen que ser los primeros en verlo!
Siento todo este rollo, pero ha sido un proyecto largo, laborioso y que he hecho con tanta ilusión y con tanta reflexión que os he querido explicar bien mi organización por si alguien se anima.
Y por supuesto he aquí las fotos.
La de la primera página:
Y algunos detallitos compuestos por trocitos de su invitación y decoraciones que elegí segun la paleta de colores empleada.
Y a continuación os enseño cómo han quedado un par de las páginas con las tarjetas y las firmas, y las decoraciones que añadí después para que no quedaran huecos libres. Perdonad la calidad de las fotos, pero las hice justo antes de volverme a Paris y la luz no era nada buena.
La primera es la mesa presidencial con los novios y sus padres, como véis las cuatro tarjetas de abajo las he decorado pues no habían firmado.
En esta mesa ya hay mas firmas pero también he añadido decoraciones para que quedara homogéneo.
Y esta es mi mesa, en la que no he añadido nada pues creo que quedaba suficientemente decorada con las propias tarjetas y las firmas.
Y esto es todo, que no es poco, espero que os haya gustado este formato de libro de firmas, mi experiencia ha sido estupenda, pero me quedo con la sonrisa de los novios al verlo al día siguiente, sin duda mi mejor recompensa a todo este trabajao que tan ocupada me ha tenido.